Halloween - El Túnel del Terror: La Secuela (Parte I)
“Más personajes que en una peli de Marvel… pero con menos presupuesto y más sustos”
Este año, el Túnel del Terror volvió al camping Alguer con su esperada secuela. Y como toda buena secuela… ¡tenía más de todo!Más personajes, más pasillos, más humo (aunque fuera de vaper), y más visitantes saliendo con la tensión por las nubes.
La producción fue tan grande que el premio se tuvo que repartir entre demasiados colaboradores. No por falta de mérito, sino porque el reparto parecía una convención de monstruos con carnet de actor.
Reparto estelar:
- Evita y Laurita como payasos terroríficos (en la puerta, preparando a los valientes… o víctimas).
- Mercedita como muñeca zombie (¿actuación o personalidad? Nunca lo sabremos).
- Gustavito como Chucky (tan metido en el papel que casi pide adopción).
- Franciquito como Freddy Krueger, saliendo por la retaguardia y empujando con cariño.
- Doña María y Manolito como Las Monjas, con más susto que misa.
- Jorge como Scream, Pedro como zombie, Antoño como IT, Didac como Mychael Myers, Doñs Meri como la niña del pozo, Gustavito el Montañero como Hannibal Lecter, Mónike y Denis como Orda zombies.
Distribución por salas:
- Entrada: los Payasos Terrorificos preparando el susto con sonrisa de payaso y mirada de “te vas a arrepentir”.
- Sala 1: La muñeca zombie, con movimientos que daban escalofríos… o risa nerviosa.
- Sala 2: La Monja y Chucky, una dupla que ni el Vaticano aprobaría.
- Sala 3: Freddy, Scream, IT, Myers y la niña del pozo. Una fiesta de sustos con niebla de vaper y empujones amistosos.
- Sala 4: Hannibal Lecter atado, esperando el momento justo para saltar como si fuera a servir hígado con habas.
- Salida: Las Monjas una con soplador disfrazado de sierra eléctrica. ¡Un final digno de aplauso y taquicardia!
Y así, entre pasillos oscuros, sustos inesperados y personajes que salían hasta de debajo de las esterillas, el Túnel del Terror demostró que en el camping Alguer no se juega con el miedo… se organiza, se ensaya y se grita.
El reparto era tan extenso que parecía una película de terror con casting abierto en cada parcela.
Y aunque el premio se tuvo que repartir, lo que no se repartió fue el susto: ese se lo llevó entero cada visitante que entró confiado y salió abrazando a su madre, a su Orbit y a su dignidad perdida.
Porque si algo quedó claro en esta primera parte es que…
¡Aquí no se entra por las chuches, se entra por el valor!
Continuará....
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