Halloween - El Túnel del Terror: La Secuela (Parte II)

“Actores en estado de susto… y visitantes en estado de shock”

🎪 Los Payasos Terroríficos
Demasiado ocupado en la logística, pero con mirada de “te vas a enterar” y sonrisa de “te vas a arrepentir”. Recibía a los visitantes como si fueran clientes de una carnicería… sin salida.

🧸 La Muñeca Diabólica
Tan convincente que no sabemos si estaba actuando o simplemente siendo ella. Se movía tan rápido que parecía que se teletransportara enfrente de tu cara, y daba más miedo que el recibo del gas.

🔪 Chucky (Gus)
Se metió tanto en el papel que pidió cuchillo de verdad. Por suerte, le dieron uno de plástico… aunque lo afiló con una piedra del camping. Saltaba como si le hubieran puesto pilas nuevas.

🔥 Freddy Krueger (Cesc)
Sobresaliente. Salía por detrás como el cobrador del susto, empujando a los visitantes con cariño afilado y sonrisa de “te toca”.

Orda Zombi (Jordi, Pera, Mónica, Dani)
Más fiesta interna que externa. Se les vio fumando, bebiendo y saliendo cuando querían. ¡La fiesta de los actores era mejor que la de los visitantes!

•     La Primera: Lentillas terroríficas… pero con gafas graduadas encima. Se acercaba a los visitantes a menos de una micra. No tocaba, pero empujaba.
•     El Segundo: Más alucinado que aterrador. Le faltó chispa, pero se lo pasó bomba.
•     El de la Sierra: La Monja con soplador-sierra. Desorientado, saludando como si fuera el párroco del susto. Llevaba un soplador, pero lo movía como si fuera una motosierra de película.

IT , El Payaso del Globo
Lo dio todo. No sabemos si fue por los madroños que se comió antes o por la adrenalina. Saltaba como si le hubieran pinchado con una aguja de payaso.

Myers (El Silencioso del Mono Azul)

Repitió papel, pero sin niebla. Su vaper era la atmósfera, y la máscara casi lo asfixia. A punto estuvo de pedir bombona de oxígeno. Se le vio jadeando como si hubiera corrido la maratón de Sitges.

La Niña del Pozo 
Saliendo del pozo como si fuera la factura del gas. Terror puro. Más de uno gritó “¡yo no he hecho nada!” antes de salir corriendo. 

Hannibal Lecter (Caníbal Atado)
Quieto, atado, y saltando en el momento justo. ¿Actor o psicópata de montaña? No lo sabemos, pero el susto fue de calidad gourmet. Uno pensó que era decorado… hasta que gritó.

Conclusión final:

Mucho curro, muchas risas, muchos sustos.
Los más valientes repitieron como si fuera una atracción de feria.
Los más miedosos salieron con la tensión por las nubes y el corazón en la garganta, abrazando a sus padres, a sus mochilas y a su dignidad perdida.

Y como decía el cartel invisible al final del túnel:

“Si no te asustan… te empujan. Y si no corres… te toca repetir.”

En resumen, el Túnel del Terror fue una obra coral de sustos, empujones y actuaciones memorables, donde cada personaje aportó su granito de miedo… o su bocanada de vaper.